“El diablo está violando a nuestra hija”, fueron las palabras de confesión de un hombre bajo los efectos del alcohol a su esposa que llevó a descubrir que abusó de su propia hija hace cuatro años. El atroz hecho ocurrió en San Javier durante los días de Carnaval.
Tras el descubrimiento del delito, el hombre de ocupación radialista fue inmediatamente aprehendido y llevado ante una autoridad jurisdiccional. En la audiencia, el juez dictaminó una sentencia de 25 años de prisión, considerando la gravedad de los hechos y el prolongado sufrimiento de la víctima.
“El hecho ya está, no fue una sola vez, el Ministerio Público tiene la certeza de que las agresiones sexuales han sido consecutivas. Empezaron desde que la niña tenía 13 años”, señaló el fiscal del caso, Daniel Lobo.
Lo que llamó la atención de los presentes en la audiencia fue el acto del padre al salir del Juzgado. Se arrodilló ante el altar de una Virgen de Copacabana para pedir perdón por sus acciones, un gesto que muchos consideraron una muestra tardía e insuficiente de arrepentimiento.
“Es el padre el agresor, cuando este tendría que ser el que resguarde los principios, la garantía y la seguridad de la familia, se convirtió en el depredador sexual”, dijo el fiscal Lobo.
El sentenciado será trasladado hasta la cárcel de Palmasola, donde deberá cumplir su sentencia.