OEA aprueba resolución que «condena enérgicamente» el intento de golpe contra Arce

La Organización de Estados Americanos (OEA) en su 54 Asamblea General aprobó una resolución que condena la asonada militar en Bolivia y respalda al presidente Luis Arce y a las instituciones nacionales.

La Resolución, titulada “Acciones contra la democracia en el Estado Plurinacional de Bolivia”, señala que la Asamblea General de la OEA, enfatizando los principios consagrados en la carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, que reconocen que el ejercicio de la democracia representativa es la base del estado de derecho y los regímenes constitucionales de los estados miembros.

El documento también indica que reconociendo que el artículo 4 de la Carta Democrática Interamericana establece que la subordinación constitucional de todas las instituciones del estado a la autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de derecho son igualmente fundamentales para la democracia.

La OEA expresó una «grave preocupación» por el despliegue ilegal de unidades del Ejército del estado plurinacional en La Paz el 26 de junio.

El documento señala en su primer punto “Condenar enérgicamente el despliegue ilegal de unidades del Ejército en La Paz, lo cual constituye una amenaza al régimen constitucional y una flagrante insubordinación de las órdenes del presidente constitucional”

El segundo punto señala que la OEA “Denunciar cualquier intento de desestabilizar las instituciones democráticas de Bolivia” y también expresaron su solidaridad con el pueblo boliviano.

La resolución fue presentada por un grupo de países, entre ellos Brasil y Chile, Colombia, México, Paraguay, Uruguay, Antigua y barbuda, con el patrocinio de Bahamas, Barbados, Canadá, Dominica, Ecuador, EEUU, Guatemala, Guayana, Honduras, Perú y Santa Lucía y Surunam, y fue aprobada por aclamación.

El embajador de Bolivia en la OEA, Héctor Arce, dio detalles de lo sucedido en plaza Murillo y pidió que los países del organismo se pronuncien de manera enérgica contra cualquier intento de desestabilizar las democracias de la región.

Fuente: Los Tiempos