Bolivia cerró el año 2024 con una inflación acumulada del 9,97%, marcando el aumento más alto en 16 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta cifra supera con creces las previsiones iniciales del Gobierno, que estimaba un incremento del 3,6% para todo el año. La última vez que Bolivia registró un nivel de inflación tan elevado fue en 2008, cuando alcanzó un 11,8%.
La inflación comenzó a acelerar a partir de agosto, con un incremento mensual del 1,58%, lo que llevó la tasa acumulada a 4,61%. A partir de ahí, los índices siguieron subiendo, alcanzando el pico en octubre con un 1,64%, la cifra más alta de 2024. En noviembre, la inflación fue del 1,45%, y diciembre cerró con un aumento de 1,06%.
Los sectores más afectados por los aumentos de precios fueron prendas de vestir y calzado, alimentos y bebidas no alcohólicas, bebidas alcohólicas y tabaco, transporte, muebles y bienes domésticos, y servicios relacionados con la recreación, cultura y educación. Además, los precios también se incrementaron en rubros como salud, vivienda y alimentos consumidos fuera del hogar.
El aumento de la inflación en 2024 se atribuye a una combinación de factores internos y externos. Los bloqueos de carreteras impulsados por sectores políticos afines al expresidente Evo Morales, la crisis climática, como la sequía que afectó la producción agrícola, y el aumento de los precios internacionales del transporte marítimo y los alimentos, fueron algunos de los elementos mencionados por el Gobierno.
La inflación en Bolivia en 2024 se disparó al 9,97%, un considerable aumento respecto a los años anteriores, en los que los índices fueron mucho más bajos: (2,12%) en 2023, (3,12%) en 2022, y aún menores en 2021 (0,9%), 2020 (0,67%), 2019 (1,47%) y 2018 (1,51%).
Arce proyecta un 2025 con estabilidad económica
A pesar de la alta inflación, el presidente Luis Arce, destacó en su momento que el país logró evitar un escenario de recesión y que para el 2025 se prevé una “inflación moderada”.
La proyección de estabilidad económica del Gobierno para este año se fundamenta en los mecanismos e incentivos previstos en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, junto con la puesta en marcha de plantas industriales que facilitarán la sustitución de importaciones, el ahorro de divisas y la garantía del abastecimiento interno.