El dolor y la impotencia de perder a seres queridos se reflejan en las palabras de Daniel Martínez, víctima de un acto de crueldad en su barrio, donde envenenaron a sus dos perros y dos gatos. Solo uno de sus animales logró sobrevivir gracias a una atención veterinaria oportuna.
“Es lamentable porque, aparte de ser mascotas, mis animalitos eran como mis hijos, eran mis compañeros,” expresó Daniel, entre lágrimas. La relación con sus animales iba más allá de la compañía cotidiana; para él, eran parte esencial de su vida.
El trágico incidente ocurrió el pasado jueves en horas de la noche. Daniel relató cómo al llegar a su domicilio notó algo extraño: uno de sus perros salió a buscarlo como siempre, pero algo no estaba bien. “Cuando me acerco a mi domicilio, veo a uno de mis perros ya recostado con la lengua afuera, jadeando. Tenía miedo y se puso a llorar,” comentó.
La familia intentó salvarlo utilizando métodos caseros como leche y jabón con agua, pero la dosis de veneno era demasiado fuerte. Ni él ni los gatos pudieron sobrevivir. Solo uno de los perros logró ser estabilizado y permanece bajo atención veterinaria.
Daniel denunció que este tipo de actos no es aislado en su barrio y que “nadie hace nada” para detener esta práctica. Con el corazón roto, pide justicia para sus animales y exige acciones inmediatas para evitar que otras familias pasen por una situación similar. “Es lamentable lo que nos deja, mucho dolor y vacío. Pido justicia por mis hijos,” finalizó.
El caso ha generado indignación en la comunidad, quienes llaman a las autoridades a investigar y tomar medidas contundentes para frenar estos actos de crueldad animal. Mientras tanto, Daniel y su familia enfrentan la difícil tarea de superar la pérdida de sus compañeros de vida.