El papa Francisco, un inesperado asesor sobre IA en la cumbre del G7

La inesperada invitación del papa Francisco a la cumbre del G7 para hablar sobre inteligencia artificial (IA) es una muestra del interés del Vaticano por esta tecnología revolucionaria, que la Iglesia quiere promover advirtiendo al mismo tiempo de sus peligros.

Francisco dará una conferencia sobre la cuestión en el segundo día de la cumbre del G7, prevista a partir del jueves y hasta el sábado en la región de Apulia, en el sur de Italia. Se trata de la primera participación de un papa en un evento de este tipo.

Entre otros le escucharán los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Francia, Emmanuel Macron.

A priori, el octogenario líder espiritual, a la cabeza de una institución creada hace dos mil años, no parece el más adecuado para hablar sobre tecnologías avanzadas. Pero el papa ve la IA como un desafío crucial para la humanidad.

La iglesia sigue considerando al ser humano como el centro de su misión. Desde esta perspectiva, está claro que lo que le interesa no es la herramienta técnica, sino cómo y en qué medida puede afectar la vida humana”, explica Paolo Benanti, asesor del papa y principal experto en IA del Vaticano.

Según este franciscano, profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y miembro del organismo asesor de Naciones Unidas sobre IA, esta tecnología actúa como “multiplicador”, especialmente en la investigación médica, y tiene la capacidad de “garantizar un mayor bienestar social”.

El Vaticano se ha rodeado de expertos en IA para estudiar su impacto, en particular sobre las cuestiones éticas.

Muchos de ellos son referentes en este campo, como el investigador británico Demis Hassabis, director de Google DeepMind y que desde marzo es miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias.

Neutralidad

En 2020, el Vaticano promovió el Llamamiento de Roma por la Ética de la IA, un manifiesto firmado por Microsoft, IBM, la ONU, Italia y varias universidades que pide la transparencia de esta tecnología y el respeto a la privacidad.

Según Eric Salobir, un sacerdote francés y presidente del comité ejecutivo de Human Technology Foundation, el Vaticano tiene legitimidad en este debate.

“Paradójicamente, el hecho de que no haya ‘Vatican Tech’ es un activo en términos de neutralidad: la Iglesia no tiene una agenda oculta, ni una economía digital, ni busca crear una ‘start-up nation’ o atraer inversiones”, apunta.

En 2023 Francisco dedicó su mensaje de la Jornada Mundial de la Paz a esta cuestión y pidió a la comunidad internacional que adopte, en la línea de la regulación pionera que aprobó la Unión Europea, un tratado para regular su uso frente a “graves riesgos” como las campañas de desinformación o la interferencia en los procesos electorales.

La Iglesia tiene incluso sus propias herramientas, como CatéGPT o HelloBible, que ayudan a los fieles a aprender la doctrina católica.

“Algor-ética”

El papa Francisco pidió en 2023 una “algor-ética” frente al “espectro de una nueva esclavitud”.

Italia, el país anfitrión del G7, quiere que la IA sea un tema clave de la cumbre, sobre todo por su impacto en el mercado laboral.

La primera ministra Giorgia Meloni dijo en abril estar convencida de que “la presencia del Santo Padre será una contribución decisiva a la definición de un marco regulatorio, ético y cultural para la inteligencia artificial”.

Al igual que con la migración y el medio ambiente, Francisco “parece tener una especie de antena que le hace percibir dónde la humanidad está viviendo las situaciones de mayor desafío para sí misma”, apunta Paolo Benanti.

Eric Salobir, también autor del libro “Dios y Silicon Valley”, apunta que en el G7 el papa reiterará su “llamado a tomar en cuenta los riesgos y a regular, sin ser alarmistas”.

El propio papa fue objeto de imágenes virales generadas por IA, donde aparecía con una chaqueta blanca, en un club nocturno o incluso casándose.

Fuente: UNITEL